miércoles, 18 de enero de 2012

INSTINTO DE SUPERVIVENCIA


Desde el comienzo de la humanidad, el hombre ha estado regido por un líder, un cabecilla que era capaz de poner las cosas en orden. Las antiguas aldeas primarias eran igualitarias -o todos eran ricos o todos eran pobres- lo que conducía a vivir en continuos conflictos, por lo que tuvieron que guiarse por medio del “instinto de supervivencia”. Éstos han tenido que pasar situaciones complicadas como la un huracán, llegando así a descubrir qué es lo imprescindible para la supervivencia del hombre primitivo en La Tierra.



En sentido estricto, la palabra “instinto” es la actuación sin razonamiento, lo que hace dudar de si el hombre posee realmente un instinto, fácilmente confundible con impulso o acto reflejo. ¿Qué sería del hombre sin el razonamiento?. La razón es la que nos ayuda a controlar nuestros instintos, pero con el paso de los años el razonamiento ha destruido al hombre. Las guerras, engaños o chantajes inundan la sociedad. Por ello la cita que hace el escritor Saint Exupery en su obra “El principito” cobra sentido con el paso de los años: “lo esencial es invisible a los ojos del hombre”. Se refiere al razonamiento oscuro, la verdadera prueba de la evolución del hombre. Si echamos un vistazo a años anteriores fue la igualdad la que hizo despertar la avaricia del hombre por conseguir mas. Con todas estas anécdotas le damos la razón a Tito Maccio Plauto con su cita: “el hombre es un lobo para el hombre”. Esta frase se mantuvo en el anonimato hasta que el filósofo Thomas Hobbes reflexionó sobre todo lo que el hombre se hizo a sí mismo. Hobbes se basaba en que todos los hombres tienen los mismos derechos sin ninguna preferencia dentro de la sociedad, en la cual el poder adquirido de "un primitivo estado de naturaleza" que provocó el caos. Se trata de un todos contra todos. Se podría decir que la manipulación tiene mucho que ver en esta degradación del hombre. El miedo es el invasor de todo el entorno social. Puede que el problema resida en el hecho de ser controlado ya sea por el líder de una tribu o por el presidente de un gobierno. Todos buscamos un único fin: el Bien, y con el la Paz, pero el hombre no es capaz de cooperar y lo peor de todo ello es que es consciente de lo que ha creado.







                                                                  Tríptico "El jardín de las delicias", El Bosco
                                                                                                                    


                                                          Elena Porrúa Miller



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